Entrevista: El Dr. Sergio Saracco Desmonta el Mito del Vapeo y Advierte sobre la Pérdida de Discernimiento en la Juventud

El jefe del Departamento de Toxicología de Mendoza, Dr. Sergio Saracco, pone en el foco de atención el uso del vapeador (vapper) y las sustancias psicoactivas entre los adolescentes. En su análisis, el experto desmonta la idea de que el vapeo es inofensivo y alerta sobre cómo el consumo tiene consecuencias que van desde el daño pulmonar hasta la anulación de la responsabilidad legal y el consentimiento sexual.

El Dr. Sergio Saracco, Jefe del Departamento de Toxicología de la Provincia de Mendoza y presidente de la Asociación Toxicológica Argentina, ha sido enfático al abordar un tema de creciente alarma social: la normalización del uso del vapeador entre los jóvenes.

El toxicólogo señaló que el mito más peligroso instalado por la industria es que el vapeo es «vapor de agua» y, por lo tanto, una alternativa inocua o segura al cigarrillo convencional. Saracco afirmó categóricamente que esto es totalmente falso, ya que lo que se inhala es un aerosol que contiene una mezcla peligrosa de sustancias químicas.

El líquido de vapeo, o e-liquid, es un «cóctel de riesgo». La mayoría de los productos consumidos por jóvenes contienen nicotina, una sustancia altamente adictiva, incluso cuando se publicitan como «cero nicotina».

Además de la nicotina, el aerosol contiene Compuestos Orgánicos Volátiles (COV) como el formaldehído y el acetaldehído, ambos reconocidos como cancerígenos. A esto se suman partículas ultrafinas que penetran profundamente en el pulmón, y metales pesados como níquel, estaño y plomo, que se desprenden del dispositivo al calentarse.

El uso de saborizantes, como el Diacetilo, es particularmente preocupante: aunque son seguros para ser ingeridos, al ser inhalados son tóxicos y están relacionados con la bronquiolitis obliterante, una grave enfermedad pulmonar conocida como «pulmón de popcorn».

Los daños en la población juvenil no son solo crónicos, sino también agudos, afectando un cerebro que se encuentra en pleno desarrollo hasta pasados los 20 años. La alta concentración de nicotina afecta directamente las áreas cerebrales que controlan la atención, el aprendizaje y el control de impulsos, generando una adicción intensa y predisponiendo a futuras adicciones a otras sustancias.

El toxicólogo alertó sobre el aumento de casos de Lesión Pulmonar Aguda (EVALI), una enfermedad grave y potencialmente mortal que causa daño severo a los pulmones, con síntomas como tos, falta de aliento y fiebre. Además, subraya el «efecto puente»: lejos de ser un método para dejar de fumar, en los jóvenes el vapeo actúa como una «puerta de entrada» al tabaquismo tradicional.

El experto instó a la sociedad a no ignorar la realidad: el vapeador es un dispositivo de administración de sustancias tóxicas que atenta contra la salud y el futuro. Dado que la venta y promoción de estos productos es ilegal en Argentina, no existe control sobre lo que realmente están consumiendo los jóvenes.

Pérdida de Discernimiento: Consecuencias Legales y Sexuales

El Dr. Saracco advirtió que las sustancias psicoactivas eliminan la capacidad de discernimiento. La intoxicación no solo genera daño físico, sino que afecta las decisiones, la vida legal y la seguridad de los jóvenes, que subestiman esta peligrosa baja percepción de riesgo.

Señaló que la intoxicación no es una excusa legal; al contrario, es un agravante. Un joven que comete un acto de violencia, causa un accidente de tránsito o provoca destrozos bajo los efectos de las sustancias es responsable civil y penalmente, pudiendo incluso comprometer la responsabilidad de sus padres o tutores.

Finalmente, el Dr. Saracco abordó el vínculo crítico entre el consumo y el sexo seguro. La desinhibición causada por el alcohol y las drogas deprime la corteza prefrontal, anulando la capacidad de evaluar consecuencias. Esto aumenta drásticamente la probabilidad de omitir el uso de preservativos, lo que lleva a un mayor riesgo de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y embarazos no deseados.

El punto más grave es que una persona bajo los efectos de una intoxicación severa no está en condiciones de dar un consentimiento sexual válido, lo que puede derivar en situaciones muy graves de abuso o asalto con serias consecuencias legales. La única opción segura es el cero consumo, y la mejor herramienta preventiva es una sociedad que brinde contención y un entorno de diálogo.

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