Ayer, 5 de noviembre, en el Colegio Corazón de María, celebramos con gran alegría y profundo reconocimiento el Día del Celador, homenajeando a quienes, con amor, entrega y compromiso cotidiano, acompañan la vida escolar de nuestros estudiantes.

Durante el festejo, compartimos un momento especial para agradecerles por su labor invaluable. Los celadores son muchas veces los primeros en recibir a los chicos al llegar y los últimos en despedirlos al finalizar la jornada. Son guía, compañía y apoyo constante. Cuidan, contienen, escuchan y están siempre presentes para que cada niño y adolescente se sienta seguro, respetado y valorado.

Destacamos especialmente el cariño con el que desempeñan su tarea, una vocación que se refleja en cada gesto: en la palabra oportuna, en la mirada atenta, en la responsabilidad con la que cuidan los espacios y velan por el bienestar de todos.

Desde la comunidad del Corazón de María, queremos decirles ¡gracias!

Gracias por su dedicación diaria, por acompañar cada proceso y por contribuir al crecimiento integral de nuestros chicos. Su trabajo es parte esencial de la educación y del corazón que mueve a nuestro colegio.

¡Feliz día, queridos celadores!

¡Los celebramos y los valoramos hoy y siempre !